Bizcocho Rikiwísimo

Bueno, pues el otro día pedí en Facebook un poquito de inspiración, porque tenía unos kiwis muertos de pena y no sabía qué hacer con ellos, ya que ni a Santi ni a mí nos gustan las frutas ácidas y no estábamos muy por la labor de comérnoslos. Laura, que tiene un blog de cocina que me encanta (ya hablaremos de panes, ya...) cocinax2, me sugirió que se los echara a un bizcocho, y he aquí el milagro:

He utilizado como base la receta del bizcocho de yogur.
Ingredientes

• un yogur natural
• un vaso (del yogur) de aceite de oliva
• dos vasos de azúcar moreno
• cuatro vasos de harina
• un sobre de levadura
• dos sobres de refresco "el tigre"
• tres kiwis tristes
• cuatro huevos
• una pizca de sal

Preparación

Precalenté el horno a 200º

Siguiendo los sabios consejos de Laura, pelé los kiwis, los partí en trozos (reservando tres rodajitas) y los trituré. 

En la thermomix, pulvericé el azúcar ( 10 seg, vel 5 - 10), y en un tazón mezclé los kiwis con el azúcar y el yogur. Así maceraron un ratito.

Monté las claras a punto de nieve con la pizca de sal y los pocos restos del azúcar que quedaban en el vaso (sin tiempo en la máquina, temperatura 37º, con la mariposa en las cuchillas y vel 3 y 1/2), luego le incorporé las yemas, y a continuación, los kiwis con el azúcar y el yogur, y el aceite, y por último añadí la harina, la levadura y los refresquillos.

Vertí la mezcla en el molde y le puse las tres rodajas de kiwi en el centro. 

Una vez en el horno, bajé la temperatura a 180º y le puse calor sólo por debajo. Cuando el bizcocho hubo subido y los bordes empezaban a querer dorarse, le bajé un pelín la temperatura al horno (170º) y le puse calor también por encima para que dorase. 

Cuando estuvo cocido el bizcocho, apagué el horno, abrí la puerta, y se me ocurrió echarle por encima un puñado de perlitas de chocolate, no muchas, porque a Santi no le gusta el chocolate (¡pobre!), que por mí, le hubiera puesto al bizcocho una buena capa de fondant por encima...

Y este es el resultado: un bizcocho rikiwísimo, jugoso, jugoso.

Supuse, y supuse bien, que las rodajas de kiwi irían a parar al fondo del molde, mirad qué bonito el culo de mi bizcocho

Y como no he podido resistirme, este ha sido mi desayuno esta mañana: