El bacalao dorado es un revuelto de bacalao muy típico en Extremadura. Yo pasé mi adolescencia estudiando interna en un Colegio (¡qué buenos recuerdos de aquellos maravillosos años!), bueno en dos colegios, porque hice BUP en uno y COU en otro, y más de una vez, y más de dos, al ir con mis padres, parábamos por el camino y comíamos este plato tan rico.
Ingredientes
Un cebolla grande
Bacalao desalado (yo lo compro congelado, y como nos gusta mucho, en esta ocasión, he utilizado 600 gr)
Patatas (4 ó 5 grandecitas, pero es que somos de buen comer)
Aceite de oliva
Medio vaso de agua
Sal (muy poquita)
Pimienta negra molida
Para sustituir tres huevos:
Seis cucharadas soperas de agua
Dos cucharadas de café de no egg
Una cucharada de café de the vegg
Preparación
Picamos la cebolla y reservamos. Desmigamos el bacalao, cuidando de retirar las espinas, y reservamos.
Pelamos y cortamos las patatas, yo las corto como las patatas paja, pero más finitas. En una sartén grande, ponemos el aceite y pochamos la cebolla con un pelín de sal. Cuando esté flojita, añadimos el bacalao, rehogamos y ponemos el fuego al mínimo. Vamos friendo las patatas (yo las frío en la freidora), en tandas pequeñas, y conforme van estando doraditas, las echamos en la sartén. Yo le pongo medio vaso de agua para que no se reseque. Le echamos pimienta al gusto.
En el vaso de la batidora ponemos el agua, el no egg y el the vegg, y batimos.
Justo antes de servir, echamos nuestro no huevo (o nuestros huevos batidos, si podemos comer huevos), revolvemos y ¡a disfrutar!
La abuela Maruja era una mujer excepcional. Yo me siento afortunada porque he heredado algunas cosas de ella, entre otras, el gusto por la cocina. Nos dejó algunos cuadernos de su puño y letra, que recogen los tesoros con los que nos alegraba la vida. Me he propuesto, poco a poco, recopilar en este blog todas sus recetas, y si me siento lo bastante valiente, tratar de llevar a mi cocina algunos de sus platos.
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