Ingredientes
- cebolla
- aceite
- una cucharadita de mantequilla (opcional)
- una cucharada de harina
- caldo de pollo (en su defecto, agua + avecrem)
- sal y pimienta
- un vaso de leche
- pan rebanado
- un huevo
- queso rallado
En una cazuela (yo utilizo mi fantástica sartén wok) ponemos un chorrete de aceite de oliva y la mantequilla. Cortamos la cebolla en juliana finita y la ponemos a pochar. Cuando está flojita, le echamos la harina y dejamos que se tueste un poco y añadimos el caldo y salpimentamos. Se deja cocer un ratito, le añadimos la leche y el pan rebanado finito y dejamos que vuelva a hervir. Se le añade un huevo batido, y removemos para que se integre en la sopa. Ponemos el queso rallado y gratinamos.
La mamá que me dio la receta, Lourdes, me dijo que ella, antes de ponerle el pan la pasaba por la batidora, para que los niños no se encontraran "tropezones" de cebolla.
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